Alba Cayuelas - Escritora y correctora

Trucos para vender en Ferias y firmas II: la postura corporal

La postura corporal

Coincidirás conmigo en que vender tus libros en una Feria del Libro puede ser tan emocionante como aterrador (con especial hincapié en esto último). Estás ahí, rodeada de cientos de personas, con otros escritores haciendo de todo para captar la atención del público y seguro que lo último en lo que piensas es en tu postura corporal.

En medio de este caos, aunque muchos se enfocan en perfeccionar su discurso de ventas o en diseñar un stand atractivo (extremos de los que hablaremos más adelante, don’t worry), existe un segundo elemento más sencillo que puede marcar la diferencia (y no, no es tu desparpajo ni lo bien escrito que esté tu libro). Exacto, estamos hablando de eso a lo que nadie da importancia al principio: la postura corporal.

Así es. Esta es otra de las armas con las que contamos en estos eventos, y es mucho más que la forma en que te mantienes de pie. No te preocupes, no necesitas convertirte en una estatua o en una modelo de pasarela, pero un par de ajustes a cómo te plantas tras el mostrador de la caseta pueden hacer milagros.

En este artículo vamos a ver cómo la postura corporal adecuada puede ayudarte a conectar mejor con los lectores, hacerlos reír y, de paso, vender más libros sin que parezca que estás haciendo un truco de magia.

¿Por qué es importante la postura corporal?

Imagina que vas de visita a una Feria del Libro, ¿te acercarías con confianza a alguien que permanece detrás de su mostrador con los brazos cruzados y cara seria cual portero de discoteca?

Otra actitud que también he observado mucho es esta: autor que parece un roble encorvado sobre su mesa, mirando su móvil sin prestar atención a nada a su alrededor.

O ese otro tan tenso que parece que preferiría estar en cualquier otro lugar antes que ahí, expuesto, obligado a vender su propio libro.

¿Te generan alguna curiosidad? ¿Te acercarías a cualquiera de ellos para ver qué escriben? Exacto, yo tampoco.

La postura corporal (incluyendo la sonrisa) es lo primero que los posibles lectores notan de ti, y si das la impresión de estar ahí por obligación y a disgusto, eso es lo que recibirás: miradas de lástima, huidas y, lo que es peor, pocas ventas.

Por otro lado, si tu postura corporal grita «¡Estoy aquí, entusiasmada y lista para hablar de mi libro!» (sin necesidad de gritar literalmente, por supuesto), la gente querrá acercarse a ti. Es como si tu energía positiva fuera un imán para los curiosos y, de repente, se darán cuenta de que quizá necesitan ese libro que tú tan amablemente estás ofreciendo.

Trucos para mejorar tu postura corporal (y que parezca natural)

Mejorar tu postura corporal no tiene que ser un martirio (no te estoy pidiendo que te coloques unos taconazos de diez centímetros, porque ni siquiera se te van a ver tras el mostrador de la caseta).

Aquí te dejo unos trucos que te ayudarán a mantenerte erguida y con confianza, sin parecer un soldado en plena guardia.

1. Adopta la postura de «Soy la reina de mi caseta»

¿Has visto alguna vez a alguien que camina como si estuviera a punto de entrar en una película de acción? No hace falta exagerar tanto, por supuesto, pero una postura erguida y abierta te dará esa vibra de confianza que atrae a la gente. Imagina que tienes un hilo invisible que tira suavemente de tu cabeza hacia arriba. Mantén los hombros relajados y ligeramente hacia atrás, como si estuvieras a punto de recibir un premio (y, bueno, vender un libro se siente, de alguna manera, así, ¿no te parece?).

¡Ojo! No te pongas tan rígida que parezcas un robot. La idea es estar relajada pero con presencia. No se trata de parecer estirada, sino cómoda y lista para conquistar a cualquiera que se acerque.

Además, asegúrate de que tus brazos están relajados y no cruzados frente a ti, ya que este gesto puede interpretarse como un signo de estar a la defensiva o cerrado a la conversación.

En una ocasión, firmé junto a una autora que, durante todo su turno, mantuvo los brazos cruzados y el bolso cogido delante del pecho como si fuera una armadura protectora (sobra decir que tampoco sonrió en ningún momento). Durante las dos horas que permaneció en la caseta, no se le acercó casi nadie (y no porque no hubiera gente en la Feria). No los culpo; probablemente yo, como lectora, tampoco me habría acercado.

Si no sabes qué hacer con las manos, sujeta un boli (pero no te pases la hora haciendo «clic, clic, clic» compulsivamente, no queda bien y pones nervioso al personal).

2. Establece contacto visual (sin que parezca una guerra de miradas)

Una parte clave de la postura corporal es lo que haces con tu cara y, en especial, con tus ojos. Si alguien se acerca a tu caseta, no lo mires como si estuvieras desafiándolo a un duelo. En lugar de eso, establece contacto visual, sonríe (con suavidad, tampoco queremos parecer delulu) y demuestra que estás lista para una conversación.

Trucazo si te cuesta mantener el contacto visual: mira al puente de la nariz de la otra persona, así parecerá que la miras a los ojos sin sentirte incómoda.

3. Habla con las manos (pero sin pasarte)

Aquí yo no soy la experta, de hecho, cuando me he visto en fotos y vídeos, creo que gesticulo demasiado. Pero qué puedo decir, nadie es perfecto y al menos lo intento, ¡je, je, je!

Usar las manos mientras hablas es una forma excelente de hacer que la conversación sea más dinámica. Pero ¡ojo!, no es cuestión de golpear accidentalmente a un lector o acabar tirando libros por todas partes (me ha pasado… más de una vez 😅).

Los gestos deben ser naturales, como si estuvieras contándole una historia a una amiga (que, técnicamente, es lo que estás haciendo). Una postura relajada, con movimientos suaves y confiados, te ayudará a mantener la atención de los posibles lectores. Y a atraparlos.

Cómo la postura corporal afecta a tus ventas

Esto puede parecer exagerado, pero tu postura corporal no solo afecta a cómo te ven los demás, sino también a cómo te sientes tú. Cuando te paras con confianza, tu cerebro recibe la señal de que tienes todo bajo control, lo que hace que te sientas más segura, menos nerviosa y más capaz de afrontar esa venta.

¿Sabes cuando estás llorando y miras hacia arriba para cortar el llanto? Pues esto es lo mismo. Es como darle un empujoncito a tu autoestima justo cuando más lo necesitas.

Conclusión: alíate con tu postura corporal

La postura corporal es un arma poderosa en tu arsenal de ventas. No necesitas ser la persona más extrovertida del mundo (yo no lo soy, te lo aseguro), solo asegurarte de que la confianza que tienes en tu libro (y en ti misma) se refleje en cómo te plantas y te mueves por tu caseta.

La próxima vez que te prepares para una Feria del Libro, recuerda: enderézate, sonríe y deja que tu postura hable por ti. Con un poco de práctica, verás que puede hacer maravillas por tus ventas (y quizá también por tu espalda).

Pero, oye, ¡que esto no es todo! La semana que viene hablaremos de la importancia de observar todo lo que sucede a tu alrededor cuanto estés firmando en una Feria o librería. ¡Te espero!

Comparte este artículo:

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información Básica sobre Protección de Datos:

Responsable: Alba Cayuelas

Finalidad: >Moderar y responder comentarios de usuarios.

Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en hola@albacayuelas.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.

Información adicional: En la Política de privacidad, encontrarás información adicional sobre la recopilación y el uso de su información personal, incluida información sobre acceso, conservación, rectificación, eliminación, seguridad, y otros temas.