Vender libros «a puerta fría» en una Feria del Libro resulta una tarea intimidante para cualquier escritora. El ambiente bullicioso, los visitantes distraídos y la competencia abrumadora pueden hacer que el proceso de venta sea todo un reto. Sin embargo, existe una herramienta muy potente y subestimada que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso: el poder de la sonrisa.
En mi caso, cuando tengo una Feria, todas tienen algo en común al final: literalmente, me duele la cara de sonreír. Y no es que yo sea la persona más simpática del mundo (aunque hay una personita que suele decirme que soy un ser de luz, y lo cierto es que me lo paso genial en las Ferias y las disfruto mogollón, eso sí).
Bien, si has seguido el orden de esta serie de artículos, ya sabrás que debes vender(te) y tendrás programadas tus firmas en las próximas Ferias del Libro. Y ahora te preguntarás: ¿qué puedo hacer para llamar la atención y potenciar las ventas?
En este artículo vamos a ver cómo el poder de la sonrisa puede ser la clave para vender más libros y conectar con los posibles lectores (y clientes).
El poder de la sonrisa como herramienta de conexión
En las Ferias del Libro, en las que cientos de autores compiten al mismo tiempo por atraer la atención de los asistentes (algunos de forma más agresiva que otros), destacar puede parecer una tarea casi imposible. Sin embargo, la sonrisa tiene la capacidad de generar una conexión instantánea con las personas.
Las personas conectamos con otras a través de las emociones que percibimos y, en el caso de la sonrisa, nos sentimos mejor cuando vemos a otras sonreír. No me quiero poner muy científica, pero esto se produce gracias a las neuronas espejo, que consiguen que experimentemos emociones idénticas a las que percibimos en otros. Por lo tanto, cuando ves una cara sonriendo, algo en ti despierta y se pone contenta (no pienses mal, pillina, aún estamos en horario infantil).
El poder de la sonrisa radica en su capacidad para generar confianza y cercanía, lo que puede hacer que los potenciales lectores se sientan más cómodos para acercarse a tu caseta e interactuar contigo.
La sonrisa como herramienta de venta
A parte de influir en el estado de ánimo, una sonrisa crea una actitud positiva hacia un producto.
Cuando sonríes, proyectas confianza en ti misma y en tu trabajo, y refuerzas tu credibilidad como escritora. Los lectores potenciales son más propensos a comprar un libro de un autor que muestra seguridad, pasión y compromiso por su obra. Una sonrisa genuina, acompañada de una actitud positiva, puede ser el mejor aliado para transmitir esa confianza y entusiasmo a los demás.
Los asistentes de la feria notarán esa energía y entusiasmo, lo que atraerá a más personas hacia tu caseta.
La sonrisa te ayuda a romper el hielo
La venta «a puerta fría» supone un desafío para cualquiera. No son pocos los escritores que se sienten intimidados a la hora de dirigirse a los posibles clientes para ofrecerles su libro. Incluso si no te sientes preparada para lanzarte a hablar con los posibles clientes y generar la venta (y por eso he abordado este elemento en primer lugar), una simple sonrisa puede ayudarte a establecer ese primer contacto, a lograr que se acerquen con confianza a tu caseta.
Al sonreír, invitas a la otra persona a bajar la guardia y estar más dispuesta a escucharte. La sonrisa facilita la apertura de un diálogo, lo que te permite presentar tu libro de manera más efectiva. Este gesto simple pero poderoso crea un ambiente relajado, permitiendo que la conversación fluya de manera natural y disminuyendo la tensión típica de las ventas.
Cuándo utilizar la sonrisa
Hay varios momentos clave en el proceso de venta en los que no deberías olvidarte nunca de la sonrisa:
- En el saludo inicial, junto con una postura erguida aunque relajada y contacto visual.
- Durante tu discurso de ventas o elevator pitch (veremos qué es esto en próximos artículos), ya que la sonrisa producirá una respuesta positiva en el potencial lector.
- Cuando lances el cierre, mientras esperas una respuesta por parte del posible cliente.
- Al cerrar la venta, como agradecimiento al comprador. E incluso si en ese momento no se llevan tu libro, mantener la sonrisa facilitará que esa persona te busque más adelante o regrese un rato después (esto ocurre más veces de las que piensas, por eso no deberías dar ninguna venta por perdida, aunque el cliente se marche).
Conclusión: una sonrisa vende
En las Ferias del libro, donde el tiempo y la atención de los visitantes son limitados, el poder de la sonrisa se convierte en una herramienta indispensable para cualquier escritora. No es solo un gesto amable, sino una poderosa estrategia de comunicación que puede ayudarte a conectar emocionalmente con los lectores, romper el hielo y transmitir confianza.
Los lectores no solo buscan un libro para comprar; buscan una experiencia, una conexión con el autor. Una sonrisa auténtica crea un ambiente cercano, logrando que los visitantes se sientan más cómodos para acercarse a tu caseta y entablar una conversación.
Sonríe siempre. Es mucho más fácil llegar a la gente con una sonrisa que con gesto serio (no quieres espantar a los posibles lectores, sino atraerlos). Procura atender siempre a los posibles lectores con una sonrisa. Así se sentirán más a gusto contigo y tendrás mayores probabilidades de que accedan a darte una oportunidad y llevarse tu libro, sobre todo si no te conocen previamente.
Recuerda esto: si cuando acabe tu firma te duele la cara de sonreír, es que lo has hecho bien.
Y como el lenguaje no verbal es tan tan importante a la hora de vender, en el próximo artículo hablaremos del resto de la postura corporal. ¡No te lo pierdas!
